Enfrentamiento de la Europa League: ¡Ranieri y Dybala de Roma instan a los fans a ‘olvidar la primera mano’ antes del choque con Bilbao!

“No sólo un estadio, sino una catedral.” Esta frase da la bienvenida a los aficionados, turistas y equipos en el aeropuerto de Bilbao a medida que se acerca el partido de vuelta de los octavos de final de la Europa League entre la Roma y el Athletic.

Hace una semana, en el partido de ida, los Giallorossi salieron victoriosos con un marcador de 2-1, pero ahora enfrentan una prueba más dura: solo 90 minutos los separan de un billete para progresar, manteniendo vivas sus esperanzas de otra final europea. Ese encuentro culminante está programado para el 21 de mayo en San Mamés, esa misma catedral en Bilbao, donde Dybala y sus compañeros pisarán el césped sagrado, mientras los locales intentan remontar su déficit de los últimos momentos en el Olímpico.

Escuchando a Ranieri y Dybala, su misión es clara: “comencemos desde 0-0” como si esa ventaja nunca hubiera existido. Como advierte Ranieri, “Si pensamos que podemos jugar para empatar, corremos el riesgo de ser derrotados. Debemos entrar al campo con valentía y seguir nuestro juego.” Diferenciando este encuentro del partido de ida, se espera que Ranieri solidifique su medio campo cambiando a un trequartista por Cristante, emparejándolo con Paredes y Koné. Es probable que Hummels regrese en defensa, mientras que Shomurodov avanza por delante de Dovbyk en ataque. Dybala, descrito por Ranieri como “un líder total,” apoyará el ataque, encarnando el espíritu de la Roma.

Cuando se le preguntó si espera alcanzar los 200 goles en su carrera mañana, el ‘Joya’ dijo, “Eso sería maravilloso, pero la clave es progresar en la competición. Ser menos egoísta es crucial para el éxito de la Roma.” Dybala reconoce la influencia de Ranieri en su evolución como líder, afirmando, “Su experiencia me ha infundido confianza para apoyar a mis compañeros, especialmente a los más jóvenes.”

¿El objetivo? Borrar la amargura de la final de Budapest la temporada pasada. “Dejó un sabor amargo,” confiesa el argentino. Aunque la final puede ser todavía un objetivo distante, están enfocados en regresar a San Mamés. El partido de mañana marca un punto crucial en la temporada, pero Ranieri permanece impertérrito: “No me detengo a pensarlo. Les recuerdo a los chicos que olviden el partido anterior, independientemente del resultado. El pasado es agua pasada.”

En esencia, la consigna es: no caer en la complacencia ni quedarse estancado en la nostalgia. Ranieri, no ajeno a San Mamés tras un triunfo 3-0 como entrenador del Valencia en febrero de 1996, concluye, “Me enorgullezco de lo que he hecho. Una vez que me retire, miraré atrás y veré tanto mis logros como mis errores, aunque esos no pesan mucho sobre mí, ni me regodeo en mis éxitos pasados.” Hay una esperanza colectiva en Trigoria de que cuando Ranieri reflexione sobre su carrera, el partido de mañana no figure entre sus errores.

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